Los malos excesos de los alemanes
Volviendo a la realidad, que frecuentemente es más sorprendente que la ficción, en época de operaciones retorno y conductores ebrios, os contaré que en uno de mis cuatro viajes de este verano la guia local de la ciudad alemana de Munich, una vasca de nombre Bacarne (un amor como persona y como profesional), me estuvo contando las estrictas leyes contra los conductores ebrios que tiene ese país.
Se ve que hasta las mismas bicicletas son susceptibles de ser retiradas si el conductor ha consumido más cerveza (o lo que sea...)de la cuenta.
El caso es que un polícia se encontró con un conductor ebrio, la cual cosa no es anormal... La extrañeza viene si os digo que el sujeto en cuestión iba en una silla de ruedas eléctrica...no es que el señor estuviera montado en su coche...no, no, conducía una silla de ruedas eléctrica con más grados de alcohol de la cuenta.
Y allá va lo curioso del caso: la sentencia del juez fue la retirada de la silla eléctrica del señor por una silla de ruedas rudimentaria por el período de un año..
Sin duda el señor no estuvo muy de acuerdo con la sentencia pero la visión del juez es bastante razonable: si a unos se les retira el carné de coche a este se le retiró el carné de silla comfortable, más rápida y ligera, por silla rudimentaria.
La cuestión aquí es ¿puede una silla de ruedas eléctrica ser un peligro público?....
Amigos, lo dicho, la realidad a veces es más sorprendente que la ficción...y si no que se lo digan al señor de la silla....que seguro que a partir de ahora se dejará la cervezita para después de cenar....seguro.
Se ve que hasta las mismas bicicletas son susceptibles de ser retiradas si el conductor ha consumido más cerveza (o lo que sea...)de la cuenta.
El caso es que un polícia se encontró con un conductor ebrio, la cual cosa no es anormal... La extrañeza viene si os digo que el sujeto en cuestión iba en una silla de ruedas eléctrica...no es que el señor estuviera montado en su coche...no, no, conducía una silla de ruedas eléctrica con más grados de alcohol de la cuenta.
Y allá va lo curioso del caso: la sentencia del juez fue la retirada de la silla eléctrica del señor por una silla de ruedas rudimentaria por el período de un año..
Sin duda el señor no estuvo muy de acuerdo con la sentencia pero la visión del juez es bastante razonable: si a unos se les retira el carné de coche a este se le retiró el carné de silla comfortable, más rápida y ligera, por silla rudimentaria.
La cuestión aquí es ¿puede una silla de ruedas eléctrica ser un peligro público?....
Amigos, lo dicho, la realidad a veces es más sorprendente que la ficción...y si no que se lo digan al señor de la silla....que seguro que a partir de ahora se dejará la cervezita para después de cenar....seguro.
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